Por fin puedo encontrar un rato libre para poder escribir en mi blog. La verdad es que desde que empezó el año hasta ayer mismo ha sido una verdadera locura. A parte de mi trabajo (que es lo primero, porque es lo que me da el sueldo cada mes), he tenido que lidiar un miura: sacar tiempo para estudiar tres exámenes para ir acabando mi licenciatura y además sacar durante más de cinco semanas los entrenos para el ironman.
Dormir poco y entrenar mucho es mala ecuación. A partir de ahora voy a intentar organizarme mucho mejor.
El mes de enero ha estado marcado por muchos metros en piscina, kilómetros en bici con frío, de noche y viento; y el entrenamiento de carrera se ha hecho un poco duro porque después de acabar la maratón en noviembre, durante el mes de diciembre no hice casi ninguna salida de running.
Parece que mis comentarios suenen a queja conmigo mismo, pero es que el mes de enero se me ha hecho especialmente duro por tener que compartir entrenos y exámenes (que por cierto ya los he acabado) y entre las finalidades de este blog una de ellas es la de desahogarme.
Ahora puedo entender que el verdadero ironman es aquel padre o madre de familia que saca las horas para entrenar 12-15 horas semanales, yo que sé de dónde.
Kilómetros acumulados en el mes de enero:
Natación: 26.000 metros.
Ciclismo: 603 kilómetros.
Running: 127 kilómetros.
Os pongo un vídeo con el que me he sentido muy identificado las últimas semanas.
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