viernes, 23 de noviembre de 2012

¡La importancia de resetear!


        Después del maratón de Valencia he tenido como una sensación extraña, y no por cansancio físico sino porque veo que hasta julio no tengo la prueba del ironman y me relajo en exceso. Así que necesito tener objetivos a corto plazo, por eso me he puesto a escribir este post:

        Para este año 2013 a nivel deportivo sin ninguna duda, mi mayor reto es el ironman de Frankfurt el 7 de julio.  Poco a poco iré fijando mi calendario deportivo. De momento tengo en mente estas pruebas:

Marzo: Tragamillas Collado Villalba 21 K

Abril: Medio Ironman Arenales 113 en Elche

Mayo: Medio maratón de Zaragoza 21 K

Mayo: III Marcha cicloturista de Alberto Contador 180 Km

Junio: Medio Ironman Valencia o Medio Ironman Ecotrimad

Julio: Ironman Frankfurt

Noviembre: Maratón de San Sebastián 42 K


Espero que este calendario sea el empujón que necesito para resetear y empezar otra vez de nuevo¡¡¡



miércoles, 21 de noviembre de 2012

42195. Lucha y gloria.

Éste no es mi décimo de lotería, sino la distancia mítica de Filipides y que he corrido este fin de semana en Valencia. 42 kilómetros de lucha y 195 metros de gloria.




El sábado 17 de noviembre llegábamos a Valencia con mucha ilusión puesta en la maratón pero también con algo de preocupación porque en todos medios decían que iba a llover.
Al mediodía fuimos a recoger el dorsal, comimos en la paella party y luego estuvimos viendo la feria del corredor.





  Por la noche fuimos varios amigos a cenar (entre ellos Félix, un buen amigo con el que espero seguir compartiendo carreras). Como era de esperar a mitad de cena, sentados en una terraza, empezó a diluviar... consecuencia: busca durante 1 hora un restaurante italiano para cargarnos de hidratos; imposible, todo ocupado, luego que hay crisis...¡¡¡¡¡.
 Como anécdota nos pudimos hacer Juan y yo una foto con una auténtico crack : Ricardo Abad.


 En la cena con pre-tormenta.                   Con Ricardo Abad (500 maratones en 500 días)

        El domingo a las 9:00 de la mañana estábamos en la línea de salida con un reluciente Sol, que prometía un día caluroso, porque la humedad era del 90%. La salida fue anecdótica porque los keniatas salieron cuando sonaron los petardos de la traca valenciana. Fue una salida nula y la carrera se retraso unos 10 min hasta que todos volvimos a retroceder la corta distancia recorrida.
        La estrategia de carrera la tenía clara, aunque al final no salió como esperaba. Hasta la media maratón fuimos corriendo Juan y yo (Antonio aparecía y desaparecía)... el ritmo que queríamos llevar era de 5 min/km... llegamos a la media maratón en 1:44, disfrutando de las calles, el ambiente, bromas, la música de los conciertos en directo..Justo en los 21 km nos separamos porque yo quería seguir con mi plan y Juan quería arriesgar y aumentar un poco el ritmo.




      El kilómetro 29-30 de esta carrera es uno de los más bonitos, porque pasas por un túnel de unos 2 kilómetros en los que la organización puso bafles gigantes sonando y retumbando a toda tralla los tambores de safriduo ¡¡acojonante¡¡... los pelos como escarpias.

        Hasta el kilómetro 32 iba clavando los kilómetros según mi plan, porque aquí llegué en 2:30. Pero el plan se vino abajo porque en este punto, tuve que interrumpir la carrera para ir al WC ¡¡vaya ostia!!.. en fin, era eso o no seguir. A los 5 min, ya estaba en marcha otra vez, al principio me desmoralice un poco pero luego me vine arriba, pensando en que no podía exigirme tanto y en repetirme a mi mismo ¡¡Lo estás haciendo bien, disfruta de la carrera, no te exijas tanto.... tendrás mil oportunidades para bajar los tiempos¡¡¡

        Lo que no puedo ocultar es que la verdadera maratón para mi (no sé si me ocurrirá más veces o no) empezó en el km 35. No tenía sobrecarga muscular, pero si que notaba que los kilómetros se me hacían bastante más largos y no tan alegres como al principio ¡¡El del mazo!! ...jajajja.. lógico no.
La calle estaba llena de valientes, algunos tirados en el suelo, otros vomitando, otros agarrados de sus compañeros, con calambres, automotivándose .... en fin... os aseguro que es de valorar este escenario, lleno de sacrificio y esfuerzo.


        En el km 41 pude ver por primera vez a Teresa y sus amigas, que me terminaron de dar el último aliento para poder llegar al kilómetro 42 el cual lo corríamos por dentro de la Ciudad de las Artes. Los valencianos pueden sentirse orgullosos de esta carrera. Madre mía que animación, corriendo a través de un pasillo en el que dejabas a un lado el Oceanografic... ;
        Y por fin vi la tan ansiada alfombra azul con sus 195 metros de gloria y montada sobre una plataforma que cruzaba la piscina del Hemisferic y bordeada por gradas llenas de público.



Tengo que decir que tengo un sentimiento un tanto extraño, y en el fondo me da rabia. Cuando iba corriendo por la alfombra azul me sentía especial porque sabía que nos estaban aplaudiendo por demostrar todo ese sacrificio y derroche de esfuerzo. Pero por otro lado, al ver el tiempo en el que había terminado la maratón me quede un tanto decepcionado.



       ¡Que rabia¡, me gustaría retroceder en el tiempo y poder volver a vivir ese momento para haberlo celebrado mas efusivamente. Además leyendo un post anterior que colgué hace 2 meses, puse que mi objetivo era 3:45.... pues no se que mas quiero, debería de estar muy contento. Mi tiempo ha sido 3:41, se me han escapado 11 min para llegar a las 3:30. Pero tengo muchas ganas de volver a correr otra maratón y hacerlo incluso mejor si cabe.
 Hablando con Juan y Antonio de vuelta a Madrid, les comenté, que estábamos llegando a un punto en el que empezábamos a desmerecer todos los logros que estábamos consiguiendo en tampoco tiempo y desmerecer una maratón era faltar el respeto a todos aquellos compañeros que se han sacrificado tanto para poder conseguir acabar los 42195. ¡Prometo valorar más mis logros¡





Aquí os los datos del garmin por si queréis ver más detalles de la maratón:

http://connect.garmin.com/activity/245532181

                               


En breve mis retos deportivos 2013 ¡¡¡¡¡¡¡¡

martes, 6 de noviembre de 2012

Correr no es de cobardes ni gallinas... os lo aseguro

        El mes de octubre lo he centrado en mejorar la técnica de natación y en acumular kilómetros (cantidad y calidad) de cara a la maratón de Valencia.

Así pues haciendo balance, saco las siguientes conclusiones:

        En natación he metido un total de 25.500 metros (en dos-tres sesiones a la semana). He hecho series con ejercicios de técnica, trabajo con pull-boy y nado continuo. De las tres disciplinas, es en la natación, donde cobra mayor relevancia la técnica, bajo mi punto de vista (cada día más convencido).

        Respecto al entrenamiento de running, he salido a correr tres días por semana ( un día para series, otro para carrera con continua con cuestas a buen ritmo y otro para tirada larga) y he acumulado un total de 232 kilómetros.
Definitivamente correr no es de gallinas ni cobardes jejejeje


Octubre ha dado de sí:

Natación: 25.500 metros
Bicicleta: 0 kilómetros
Running: 232 kilómetros.

lunes, 5 de noviembre de 2012

¡Cuando el tiempo no acompaña!


                                                   
        El domingo 4 de noviembre era mi última tirada larga antes de la maratón de Valencia. Después de vestirme y estar desayunando sobre las 7:30 de la mañana, empecé a escuchar como caía un buen aguacero y que iba a ser difícil salir a correr.
Aun así me fui con el coche para ir a inspeccionar si había llovido bastante por la noche y efectivamente fue lo que me temía: los caminos impracticables y la carretera llena de enormes charcos y además el cielo no tenía aspecto de darme tregua durante 2 o 3 horas.

        Es incomprensible, pero sentía rabia y frustración por no poder machacar mis piernas durante 30 km. Esta sensación creo que se tiene porque durante varios días antes, estás preparando psicológicamente a tu cuerpo para realizar este esfuerzo y de repente le mandas el mensaje de que no va a ser este día, sino que probablemente será mañana o pasado.

        El balance positivo de todo esto es que si hubiera salido a correr con chubasquero seguramente hubiera pillado un buen resfriado y que he aprendido que después de cada noche amanece un nuevo día en el que poder machacarte.

        El entreno del domingo lo pase al lunes y creo que todavía lo cogí con más ganas. Al salir del trabajo a las 17:00 me metí 30 km de running en 2 horas y 33 minutos, con un desnivel acumulado de 540 metros. Seguro que entrenar a 950 metros de altitud se nota positivamente porque en Valencia correré a nivel del mar.



Aquí cuelgo los datos del garmin por si queréis ver más detalles:

http://connect.garmin.com/activity/240943347