En el año 2010 me comentaron que había una
carrera en la sierra de Madrid que consistía en recorrer 100 km en 24 horas.
Pensé que me "tomaban el pelo" y que no había persona capaz de
aguantar y correr esa distancia. Así quedó la cosa.
Al año siguiente para el mes de Abril, Juan me comenta
que podíamos apuntarnos a la carrera y simplemente correr la mitad (50 km). Le
dije que estaba loco, pero a las 2 horas ya lo tenía claro. Yo tenía que
probar.
Para la preparación de la prueba salimos un par de
fines de semana. El primero hicimos la primera etapa de la carrera que constaba
de 35 km salida desde Colmenar Viejo hasta Manzanares del Real y vuelta. (Nos
perdimos y creo que hicimos alrededor de 45 km). Cuando llegue a casa, me hacía
bastante daño al cintilla. Pero al fin de semana siguiente, volvimos a rutear,
e hicimos la tercera etapa que era desde Tres Cantos hasta San Sebastián
de los Reyes y vuelta. Estaba mucho mejor, el ánimo subía. (Decidimos ir a por
los 100 km y el planteamiento a seguir era toda la prueba andando: habíamos
probado a correr y andar, pero no teníamos buenas sensaciones). Algunos
podéis pensar, bueno, andando yo también lo hago. De verdad, creerme que no es
tan fácil....
Después de estas dos etapas de entrenamiento decidimos
ir a por los 100 km.
Era la primera prueba de ultra-fondo a la que me
enfrentaba. Si de algo se que voy bien es de cabeza, porque como todos bien
sabéis, en las pruebas de larga duración esta parte es igual de importante que
el físico (aunque sobre esta cuestión puede haber diferentes opiniones).
La carrera empezaba a las 12:00 y nos juntamos un
grupete muy majo (de izq a dcha Luis, Juan, Víctor, Sergy y yo):
La primera etapa (35 km) era muy técnica y nos la
tomamos con demasiada tranquilidad llegando al punto de control alrededor de
las 18:30. Aquí se despidió Víctor por problemas musculares y Luis que sólo
quería hacer la primera parte.
La segunda etapa era de unos (20 km) fueron los más
suaves. Estábamos muy animados y llegamos a Tres Cantos alrededor de las 10:30.
Aquí cenamos, nos pusimos ropa de noche y los frontales. Aquí nos dejó Sergy
por problemas de calambres en el estómago (luchó como un campeón).
Pues con más ilusión que fuerza empezamos con la
tercera etapa que constaba de unos (20 km). En la carrera estábamos unos mil,
pero de repente, se hizo de noche y no se veía a nadie por los caminos. Esta
etapa la terminamos alrededor de las 3:00 de la madrugada. Que bien me sentó el
caldito que nos tomamos.
La cuarta etapa fue para mí la más dura ( 15 km). Me salió una ampolla terrible en el pie izquierdo; Juan me hizo un vendaje como pudo y estuvo todo el tiempo distrayéndome para intentar tirar para delante ¡Gracias Juanillo!. Estaba congelado y parecía como si no avanzáramos. Aunque no me planteé abandonar. Al terminar esta parte , 7:30 de la mañana, me curaron las ampollas en la enfermería.
La quinta y última (10 km). También se hizo dura
porque los 5 últimos km son picando todo el tiempo cuesta arriba y el último
avituallamiento estaba muy mal ubicado . Así que casi llegamos deshidratados.
Como se puede poner un avitualilamientos en el km 99 ????? y el anterior
ponerlo en el km 89.. el único "fallo" en cuanto a organización.
La llegada a meta, 10:00 de la mañana, fue
increíble. Juan y yo cogidos y grabando un vídeo. Se queda para la memoria esos
últimos 300 metros.
Al final 22 horas y creó que terminaron unos 400
campeones. Las secuelas fueron éstas: Al terminar me dio una buena pájara
(menos mal que vino mi mujer Teresa y me llevó a casa en coche) , además me
costó recuperarme un par de días de las ampollas. Juan tuvo una lesión en el
tendón de Aquiles pero en un par de semanas se recuperó.
Una prueba muy dura de la que me siento muy orgulloso. No la olvidaré.....