Era consciente que si quería empezar en el mundo del triatlón tenía que hacer un esfuerzo económico, ya que lo único que tenía era material de running: Empecé a investigar y me hacía falta una bicicleta de carretera, maillot, culote, zapatillas ciclismo, casco, guantes, neopreno, gafas...... ufff mucho dinero para empezar¡¡¡¡¡
En esa época mis compañeros tenían bicicletas de montaña, pero yo tenía muy claro que quería una de carretera. Al principio te dejas llevar por las emociones y empiezo a mirar cabras (joder ahora pensándolo estaba loco); pero pronto empiezan a quitarme esta idea todos los tenderos , los amigos y los compañeros de blogs que fui leyendo: Que razón tenían.
Me decidí por una de carretera, pero quería un diseño moderno. La bici que más me gusto fue la Mendiz RS-2: se ajustaba a mi gusto y a mi bolsillo: sobre unos 1000 euros.
Las primeras sensaciones que tuve cuando la probé ( porque nunca antes había llevado este tipo de bicis) es que era muy nerviosa y rápida a la vez, pero muy incomoda de sillín, y sobre todo que difícil era lo de las calas y los pedales.
Poco a poco iba haciendo kilometros por el carril bici de Colmenar Viejo (tantos km que me sabía de memoria cada curva y cada repecho). Así que al final conseguí cogerle el gustillo y no paraba de hacer km con la bici.
Me gustaría dar un par de consejos que a mí nunca me dieron y todavía no entiendo por qué: Hubo una etapa en la que no paraba de pinchar, estaba hasta los cojones. A los más experimentados a lo mejor os suena un poco a ¡vaya paquete¡, pero es que era así. El problema estaba en que no hinchaba las ruedas a la presión indicada cada vez que salía.
Después empecé a hincharlas cada vez que salía y dejé de pinchar y además iba mucho más rápido.
Y otro consejo que me gustaría dar (porque de eso se trata, de ayudarnos), es que muchas de las bicis llevan tija reversible; darle la vuelta, mover el sillín para adelante o para atrás o comprar una potencia más corta o más larga hasta que encontréis la postura más cómoda.... notaréis la mejoría enseguida.
